En el mes de julio 2020, tras asumir su cargo como nueva Defensora del
Público de Servicios de Comunicación Audiovisual de la Nación, la periodista Miriam Lewin recibió amenazas y
ataques antisemitas a través de redes como Facebook y Twitter.
Así sucedió inmediatamente después de una polémica
pública producida tras ser entrevistada y responder sobre -por entonces nuevas- expresiones discriminatorias proferidas por el
conductor radial y televisivo Pedro
Angel Etchecopar (a) “Baby”, que motivaron numerosas denuncias ante la
Defensoría. Esos reclamos se sumaron a decenas de actuaciones anteriores por
ataques misóginos, contra minorías
sexuales y contra diversos integrantes de agrupaciones o colectivos
populares. Expresiones que hasta
derivaron en actuaciones judiciales y una suspensión de juicio a prueba con el
compromiso del denunciado de brindar durante cinco (5) meses, una vez por semana, un
espacio al aire para spots feministas realizados por la Defensoría del Público,
en el programa radial “El Ángel del Mediodía” que se emitía por Radio 10, en un expediente caratulado “ETCHECOPAR,
ÁNGEL P s/infracción art. 3º -organización propaganda discriminatoria –Ley Nº
23.592 (penalización de actos discriminatorios)”
Lo cierto es que el referido Etchecopar dedicó buena
parte de su programa de TV “Basta Baby” del 6 de julio de 2020 a denostar a Miriam
Lewin, tras lo cual gesticulando
pidió: “escríbanle a Miriam Lewin, así aprende a respetar la libertad de
opinión” .
El mismo el 6
de julio 2020, la referida recibió gran cantidad de mensajes
amenazantes, intimidantes y
discriminatorios, principalmente en su
muro de Facebook. Entre las agresiones padecidas, además de epítetos irreproducibles, y de
la amenaza de que “matarla es poco!!!”, el ataque antisemita se expresó explícito y
con toda virulencia (“lo peor que cara de judía, tenés” con un
emoticón de vómito; “una duchita
con ziklon B no te vendría mal” ) . Otros la compararon con jerarcas
nazis. El periodista Eduardo Feinmann, en un tuit la parangonó
con Hitler.
Esa pública andanada de agresiones con clara
motivación discriminatoria, violatoria
de la Ley 23.592, desatada a partir de
las invectivas de Etchecopar en la noche del 6 de julio no motivó por esas
horas pronunciamiento alguno de la DAIA,
que fue anoticiada de lo sucedido.
En cambio,
el 8 de julio la DAIA comunicó (adjuntando la foto) que un afiche en una esquina porteña, que promocionaba un programa de radio, acababa
de ser garabateado con insultos antisemitas sobre la figura de Etchecopar
(quien, cabe aclarar, no es judío), por
lo que la entidad concluía emitiendo un firme mensaje que los medios dominantes
difundieron con amplios titulares; “Categórico
repudio de la DAIA a las agresiones
antisemitas contra el periodista “Baby” Etchecopar”. Las destacadas noticias presentaban “los”
ataques antisemitas contra Etchecopar –que pasó a ser la víctima- como una derivación del reportaje a Miriam
Lewin.