En la multitudinaria presentación de su libro "Sinceramente" en La Plata el 31 de agosto último, entre diversos análisis de la realidad del país, y con relación a la avalancha importadora y la desastrosa situación de la economía nacional, Cristina ejemplificó:
"Macri permitió la libre importación de lo que se te ocurra: con Macri terminamos consumiendo naranjas de Israel, manzanas de Chile, vinos de no sé dónde, y así podría seguir enumerando los reclamos de todos los sectores económicos, a los que nosotros no accedimos porque ya sabíamos como terminaba la historia" ( https://www.lanacion.com.ar ).
Claramente, el eje del comentario fue la devastadora política económica neoliberal del gobierno que destruyó la producción nacional, al extremo de sustituir no solo rubros industriales sino hasta también productos agropecuarios Solo tergiversando de mala fe el párrafo y el contexto puede presentarse el fragmento como una diatriba contra Israel o sus productos.
Sin embargo, ese comentario fue transformado por obra y gracia de una de las pretendidas "entidades centrales" de la comunidad judía y de los medios de siempre en una expresión "anti-israelí", e incluso "antisemita". Aunque usted no lo crea.
Semejante despropósito no debiera merecer mayor análisis, y lo aconsejable sería disimular el disparate con un piadoso silencio. Pero ocurre que el episodio es apenas un eslabón más de una ya muy larga cadena de acciones de lobistas que mantienen secuestrada a la comunidad judía, hablando en su nombre, para propósitos inconfesables. Y sucede, también, que han sido esas entidades las que se han prestado a un juego político de estigmatización de un sector de la vida política argentina, a partir de la falsa invocación de lucha contra el antisemitismo o de esclarecimiento del atentado a la AMIA. Ambas consignas son lemas que jamás levantan contra la coalición aún gobernante, pese a ser integrada por el partido que dejó que un nazi como Biondini se presente como candidato presidencial y cobre fondos electorales, tras haber sido recibidos sus representantes juveniles en Casa Rosada. Gobierno que fue asesorado por un consultor que dijo que "Hitler era un tipo espectacular", y que dio órdenes de proteger a encubridores del atentado, desmontando la Unidad AMIA que debía investigar las pistas abandonadas. Pero desde hace años estas entidades se articulan una y otra vez con los los sectores más reaccionarios de la política, hoy encarnados por el macrismo, y siendo funcionales a su campaña electoral.
En ocasiones anteriores fueron la DAIA o la AMIA las protagonistas de desmesuradas acciones antikirchneristas. En esta oportunidad fue la OSA , reiterando además la recurrente línea de tapar toda mención al encubrimiento berajo-menemista, sustituyéndolo por el fallido memorandum.
Tras analizar los dichos de la candidata a vicepresidenta, dicha organización publicó la siguiente declaración en su página de Facebook:
"La expresidenta de la República Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, manifestó que “con Macri terminamos consumiendo naranjas de Israel”.
Es una paradoja del destino que la señora Fernández, promotora del Memorándum de encubrimiento con Irán, utilizara el ejemplo de las naranjas israelíes.Desde su creación y hasta la década del ’70, Israel vivió mayormente de la producción de naranjas. El país judío se sumía en la deuda pública y la hiperinflación con pocas opciones de recuperación. Sin embargo, hacia los ’80, gracias a un acuerdo entre gobierno, sindicatos y corporaciones empresarias, Israel tecnificó su industria agrícola y trasladó esa tecnología a todos los campos. De esta manera, terminaron con la hiperinflación y el estancamiento comenzando una recuperación que sigue hasta hoy y coloca el PBI del país judío en uSs 40000 per cápita en 2018. Sería excelente para nuestro país que la expresidenta referenciara todo lo bueno que ha sucedido en Israel para aplicarlo en la Argentina apuntando a su resurgimiento y no utilizar políticamente un dato mínimo como si comprar naranjas israelíes fuera la raíz de todos los males de nuestro país".
En el comunicado dado a conocer la frase de Cristina está cortada, y es presentada como si se hubiera referido sólo a las naranjas de Israel.
La agencia judía de información Vis a Vis tomó de Facebook la declaración, presentada como "la fuerte respuesta" de la OSA, y encabezando así su boletín enviado a miles de personas y también su página WEB:
De allí, pasó sin escalas al diario "La Nación".
Tras leer la nota, señalé en twitter que la agencia noticiosa creada por Yanco y Avruj difundió con alborozo el comunicado
El titular del sitio, Gustavo Szpigiel, se comunicó con el autor de este blog para negar la vinculación señalada, afirmando que se trataba de una especie de "Fake News" lanzada por alguien "con mala intención".
Sin embargo, y tras una somera investigación, pude ratificar que la relación con Avruj no es ningún invento: consta en el Boletín Oficial de la República Argentina de fecha 11 de mayo de 2009. Así surge de los datos de constitución de la sociedad "GC Producciones SRL" que produce los contenidos de Vis a Vis, tal como le respondí.
Lo cierto es que la sociedad que administra Vis a Vis se formó con dos socios: Gustavo Szpigiel y la esposa de Avruj, Elisa Alfie, quien hasta febrero de 2017 se desempeñaba como gerente. La abogada Andrea Avruj, hermana del funcionario de Cambiemos, fue la encargada de realizar los trámites de inscripción, de esta sociedad que fue ampliamente favorecida por pauta y contrataciones directas del gobierno de la ciudad en manos de Horacio Rodriguez Larreta.
La campaña de demonización del peronismo en general, y del kirchnerismo en particular, dentro de la comunidad judía no puede ser escindida de la red de relaciones políticas y económicas que sostienen a los medios judíos que la impulsan, y que a fuerza de distorsionar y machacar una y otra vez, terminan formateando los puntos de vista de un sector del público comunitario.
Así por ejemplo, y sobre el citado recorte de discurso, el periódico "Comunidades" concluyó bajo un cabezal titulado "antisemitismo":
"La candidata a vicepresidenta de la Nación parece no poder despegarse de su tufillo antijudío y antiisraelí. Para graficar la crisis económica local hizo una infeliz argumentación que habla del " cambio " en Cristina. La Organización Sionista Argentina subió a redes un durísimo comunicado en respuesta a esta actitud de visible hostilidad al poner a Israel y lo judío nuevamente en la cresta de la ola"
(http://www.comunidadesplus.com/2019/09/cristina-del-mercader-las-naranjas.html ).
Similar prédica es acompañada desde hace años por otro caracterizado medio de la comunidad judía, Radio Jai, que tampoco puede explicar quién es su verdadero dueño, porque según los papeles societarios su titular no es el director de la radio Miguel Steuermann, sino el abogado Juan José Richarte, muy cercano a la que fuera la SIDE, Secretaría de Inteligencia del Estado (ver mi nota https://lacausamia.blogspot.com/2017/12/de-quien-es-en-verdad-radio-jai.html#more ).
Lo cierto es que el enfrentamiento de la DAIA y sus asociados con el kirchnerismo no comenzó con el memorándum con Irán o Nisman, sino apenas días después de la asunción de Néstor Kirchner en el año 2003, cuando se puso en riesgo la fraudulenta "historia oficial" del atentado a la AMIA, tal como refiero en LA DAIA Y KIRCHNER .
En esa disputa, y a medida que fue progresando la avanzada macrista contra Cristina junto al lawfare a nivel continental, la pauta publicitaria y los gestores de negocios posaron su vista en algunos medios comunitarios que junto a entidades como DAIA, o ahora OSA, pasaron a tener un rol central en la inútil campaña contra la principal candidata opositora.
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