Tras la indignación que generó la imputación de la representación local del centro Wiesenthal contra el reconocido sanitarista y primer ministro de Salud de Perón, una nota del periodista Luis Bruschtein en "Página/12" finalizó con una cita de mi libro "La Explosión" (Random House Mondadori-Sudamericana, 2017) donde aludo a Ariel Gelblung, actual representante para América Latina del Centro Wiesenthal (https://www.pagina12.com.ar/267666-coronavirus-ambulancia-para-la-clase-media-coronabus-para-la ).
Sobre eso fue consulado Gelblung por la agencia judía de noticias Vis a Vis. Una de los dos socios fundadores de Vis a Vis fue la esposa de Claudio Avruj, siendo su hermana la abogada que tramitó la inscripción de la sociedad (ver sobre Vis a Vis y Avruj). El ex Secretario de Derechos Humanos de Macri fue otro de los referentes de la derecha judía que salió por los medios a denostar la entonces aparente decisión gubernamental de estampar en billetes la figura de Carrillo.
Gelblung respondió así sobre la cita de mi libro:
El representante local del Centro Wiesenthal aquí reconoce (y podemos prescindir del "también") que "también
se llevaron a cabo actividades luego investigadas por la justicia como el
contrabando de armas a Ecuador y Croacia". Y añade: "Mi estudio jurídico
atendió ese concurso y quiebra. Es decir, fui abogado de los socios que
compraron una empresa ruinosa. Toda mi actividad fue estrictamente profesional.
Lutzky publicó esto desde la época que asumí y lo repite como un hallazgo
importante".
En realidad, no repito esto desde que Gelblung asumió. Su nombre lo publiqué por primera vez en mi último libro editado en junio 2017, y no tengo presente haber vuelto a mencionarlo públicamente. Aunque, claramente, lo considero un hallazgo importante por varios motivos. Más aún ante esta pretendida desmentida en la que -sugestivamente- oculta información, según detallo más abajo.
Lo que sí he repetido hasta el hartazgo, es la relación entre el contrabando de armas del menemismo y el encubrimiento del atentado a la AMIA. Circunstancia que el titular de la Unidad AMIA Mario Cimadevilla se proponía investigar, cuando fue removido por Macri y Garavano. Gelblung desestima la importancia de esa vinculación, que lo encuentra muy cerca del epicentro. Esa cercanía -es natural- condiciona sus posicionamientos políticos en torno a las investigaciones, y por extensión, respecto de les principales protagonistas de las causas relacionadas con el atentado y con su encubrimiento.
El problema emerge cuando para expresar esos puntos de vista condicionados por su propia actuación, se invocan representaciones comunitarias, tal como no solo la representación local del Centro Wiesenthal, sino también la DAIA berajista y otras entidades no han dejado de evidenciar. Para ellos, el kirchnerismo, el Frente de Todxs y el peronismo, constituyen un factor hostil para las alianzas anudadas en los 90 con Menem y renovadas por Macri/Garavano, en particular respecto de una oscura trama de negocios.
Gelblung le dijo a Vis a Vis que su vinculación con la firma Intefema que propició el contrabando de armas fue solo como estudio jurídico, una actividad de asesoramiento, apenas como "abogado de los socios" y "estrictamente profesional". Ello no es cierto.
Como surge del Boletín Oficial de la República Argentina de fecha 22 de septiembre de 1995, Gelblung tuvo el cargo de director de Intefema:
Y, en su carácter de director, fue citado a prestar declaración en la causa penal que instruyó el juez Canicoba Corral, tal como informó "Diario Judicial"
"El juez federal Rodolfo Canicoba Corral completó ayer la primera parte
de una ronda de indagatorias para determinar la responsabilidad en la quiebra
de la Terminal Portuaria número 6, desde donde habrían partido los embarques de
armas vendidas en forma ilegal a Croacia. (...) Las indagatorias
comprenden a cuatro directorios de la concesión de la Terminal Portuaria Número
6 y entre ellos ya fueron sometidos al interrogatorio el primer presidente
(...), y Luis Horacio Rocatti, director titular del primer
directorio, además de Julio, Juan Carlos, Mario Norberto y José Fracchia.
Fernando Azambuja Patrone, vicepresidente segundo del primer directorio, y
Verónica Patricia Alessandrelli, José Atilano García, Marta Elena Rocatti,
Ricardo Teodoro Alessandrelli y Ariel
Gustavo Gelblung".
Si realmente la pertenencia a Intefema en los ´90 no implica ningún conflicto ético, no se entiende el motivo para ocultarlo.
Y existe otra circunstancia que hasta para Diario Judicial era muy llamativa:
"Durante tres años funcionó la Terminal Portuaria número 6, en su
transcurso desde allí habrían partido por lo menos tres grandes embarques con
parte de las 6.500 toneladas de armas y municiones que se vendieron en forma
ilegal a Croacia. Allí también funcionaba la empresa dueña del volquete que el
18 de julio de 1994 fue apostado frente a la AMIA. El juez Juan José Galeano trata de determinar si ese volquete no
estalló junto al coche-bomba que explotó en el atentado contra la mutual de la
colectividad judía".(https://www.diariojudicial.com/nota/36611 ) .
El juez Galeano solo trató de determinar hipótesis falsas, pero esa es otra historia. Lo cierto es que la Historia Oficial prohibió investigar esas aristas y lo que ocurría en el puerto, que de haberse puesto en evidencia hubiera involucrado penalmente a todos los intervinientes en el contrabando de armas, comenzando por Menem.
En ese contrabando de armas que interesaba a Estados Unidos tuvieron participación personajes como Monzer al Kassar, funcionarios del menemismo, y agentes sirios e iraníes. Lo mencionado es una de las puntas que vinculan ambos episodios. Me extendí sobre ello en mis libros "Brindando sobre los Escombros" y "La Explosión", así como en numerosas notas y artículos periodísticos.
Es difícil saber hasta dónde influyen esos entramados en el accionar de ciertas organizaciones que invocan representación comunitaria. Lo cierto es que el Centro fue la primera entidad a la que recurrió la periodista Miriam Lewin para pedir ayuda respecto de la investigación del caso de un espía de los servicios argentinos que estuvo infiltrado en organizaciones de la comunidad judía en época de los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA, tal como refirió en nuestro libro "Iosi, el espía arrepentido". Pero el tema no les interesó. En palabras de Lewin:
Pasaron los años, y ya todo esto se ha vuelto intrascendente.
Lo importante para algunos referentes es no desviar la atención y salir al cruce de un gobierno de signo muy distinto del anterior. Aunque para ello haya que acusar al reconocido médico peronista Ramón Carrillo, de nazi.
Ofrenda obsequiada por el Ministro de Salud de Israel Joseph Serlin a Ramón Carrillo en 1954
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