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  Información contra el encubrimiento. A 30 años del atentado a la AMIA, la impunidad y el ocultamiento de lo sucedido tiene responsables. E...

sábado, 7 de marzo de 2015

BERAJA Y UN NAZI EN LA CORTE SUPREMA



El ex ministro de Justicia, ex ministro de Obras Públicas, cerebro gris de las privatizaciones y ex juez de la Corte Suprema Rodolfo Barra -todo bajo gobierno de Menem- fue descubierto en 1996 en su antigua militancia nazi por una investigación de la revista “Noticias”, que demostró que formó parte de los grupos que en los años ´60 atentaron contra escuelas y templos judíos.  El titular de la DAIA y del Banco Mayo Rubén Beraja le tiró entonces un salvavidas a Barra recibiéndolo para dar por superado el episodio.  Meses después,  Beraja cruzaría la Plaza de Mayo para disculparse ante Menem por las acusaciones de una familiar de víctima del atentado a la AMIA 
 
El talentoso escritor Osvaldo Soriano escribió:
“Es escandaloso que el ministro de Justicia de este país sea un ex militante nazi (...) el hecho de que Rodolfo Barra haya sido miembro desde los años sesenta del siniestro grupo Tacuara podría ser una anécdota de mal gusto si nada hubiese pasado desde entonces. Pero con apoyo nazi volaron la Embajada de Israel, y con ayudas y complacencias del nazismo vernáculo fueron asesinadas casi un centenar de personas en el atentado contra la AMIA. Es escandaloso que la DAIA se haya prestado siquiera a analizar el libelo de aparente disculpa de Barra.  Acá vivieron Eichmann, Priebke, y centenares de nazis de primera línea que cometieron los más horrendos crímenes contra la humanidad durante la Segunda Guerra Mundial. Llegaron ayudados por fascistas y antisemitas de ideas iguales a las del joven Rodolfo Barra y del flamante interventosr de ATC, Horacio Frega”.
En abril de 1997,en el marco del trabajo de investigación sobre el ingreso de nazis a la Argentina, encabezado por la licenciada Beatriz Gurevich y denominado “Proyecto Testimonio”, se produjo una encendida polémica cuando Beraja anticipó el informe al gobierno a través de Carlos Corach, y sin la autorización del consejo académico que supervisó el trabajo. Además, trascendieron las presiones para eliminar un capítulo referido a las respuestas de los gobiernos argentinos a los pedidos de extradición. Gurevich sufrió un fuerte hostigamiento y renunció a su cargo de directora del Centro de Estudios Sociales de la DAIA, ganándose la solidaridad de numerosos investigadores del país y del exterior.  El especialista en política exterior y ex asesor del canciller Guido Di Tella, Carlos Escudé, consideró que el gesto de Beraja de entregar el informe a Corach “constituyó un acto de obsecuencia que el gobierno no pidió”.  Pero pocos meses después, el gobierno sí lo pediría.
Ello ocurrió el 18 de julio de 1997, tras el acto del tercer aniversario del atentado cuando funcionarios del gobierno de Menem recibieron una atronadora silbatina, que se extendió al propio Beraja y en particular a su amigo, el ministro del Interior Carlos Corach.    El discurso de la representante de los familiares Laura Ginsberg, miembro entonces de “Memoria Activa”, fue directo al nudo del encubrimiento, y representó el sentir de la multitud que interrumpió varios párrafos con fuertes aplausos, mientras desgranaba su “Yo Acuso”.
“Yo acuso al gobierno de Menem y Duhalde de consentir la impunidad. Yo acuso al gobierno de Menem y Duhalde de encubrir la conexión local que sirvió para matar a nuestros familiares”, retumbó en la calle Pasteur y ante las cámaras y micrófonos de radios y televisión.
Esa misma tarde, enterados del enojo de Menem por el tono del discurso de Ginsberg y convocados por Corach, los presidentes de la DAIA y de la AMIA -Rubén Beraja y Oscar Hansman respectivamente- concurrieron a la Casa Rosada a ver a Menem y desautorizar las acusaciones de los familiares. Según reflejó el diario “Clarín” en su edición del día siguiente, el sentido de la urgente visita estaba claro: “No compartimos los agravios y las acusaciones al Presidente de la Nación. No compartimos aquellas manifestaciones que implican acusaciones genéricas al Presidente, al gobernador Duhalde y a otras autoridades” dijo Beraja a los periodistas. “Vinimos a manifestar nuestra discrepancia con las ofensas realizadas al presidente Menem y a los ministros. Hubo personas o sectores que se han manifestado en forma inconducente” afirmó Hansman (las comillas y el destacado en negrita pertenecen al original de “Clarín”). Beraja ha sostenido reiteradamente que no concurrió a pedir perdón,y sus voceros intentaron sin éxito mejorar la penosa imagen de ese viernes por la tarde.”.
(...)
"En 1998 Rubén Beraja era presidente de la DAIA y del Banco Mayo, que había tenido un crecimiento tan desmesurado como artificial. A mediados de ese año la entidad bancaria que asistía a numerosas instituciones de la colectividad judía, se encontraba “tecleando”. Mientras tanto, la corrupción y la impunidad de figuras del gobierno de Menem llegaban a niveles de escándalo, y el presidente de la Nación había creado por decreto una inoperante “Oficina de Etica Pública” para lavar su imagen. Rubén Beraja, íntimo amigo del ministro del Interior Carlos Corach, aceptó formar parte de la oficina de ética menemista, mientras gestionaba, desde el banco, multimillonarias solicitudes de ayuda financiera que el Banco Central de la República Argentina le suministró por la suma record de doscientos noventa y ocho millones de dólares en unas pocas semanas y sin ninguna garantía de viabilidad. Millones que pronto se evaporaron en dirección a una serie de personas y empresas vinculadas al banco".

(H.L., "Caso Amia. La Deuda Interna", 2003.)

1 comentario:

  1. samuel borodowski8 de marzo de 2015, 10:14

    Uno de los tantos silencios que aun guardan verdades, es comentar quien o quienes,como y porque, pudieron ingresar libremente al pais los miles de NAZIS REFUGIADOS de la segunda guerra mundial...Quien o quienes y a cambio de que, les otorgaron documentaciones legales y asi pudieron residir libremente,--------
    Menem sento a Beraja en La Rosada por horas hasta que fue atendido , y diria que le falto all representante de DAIA ,quien tendra que declarar proximamante, se pusiera de rodillas pidiendo perdon para asi ocultar la verdad de la Dra.Ginsberg

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