LA PARADOJA JUDIA

“La nueva juventud judía debe ser revolucionaria. El judaísmo mundial,  inspirado por un Israel de paz y de justicia,  debe convertirse en un movimiento revolucionario.  No con barricadas, bombas y terroristas,  sino como campeón en la lucha contra la pobreza, el analfabetismo y la desigualdad (…)

“El judaísmo olvida, hoy, sus obligaciones: los judíos pertenecen a muchos partidos reaccionarios y capitalistas”.  

(Nahum Goldmann,  fundador y presidente por largos años del Congreso Judío Mundial.  También ex presidente de la Organización Sionista Mundial)

Este libro editado en 1978 con las reflexiones de Nahum Goldmann,  mantiene absoluta vigencia.    Y sus conclusiones parecen aludir directamente a la realidad argentina actual, como se ve en los siguientes párrafos:  

   

“En cada uno de mis viajes a Norteamérica paso horas con estudiantes judíos, y he comprendido muy bien su problema:  no se encuentran atraídos por el liderazgo judío,  porque éste es muy mediocre, sobre todo en ese país,  donde está ya sea en manos de funcionarios o entre las de “ricachos”.  Eso,  a pesar de que ninguna generación ha conocido a tantos intelectuales como la nuestra.  Pero a éstos les horroriza el decorado actual de la vida judía en la diáspora:  la colectas, los banquetes, las medallas”

“El gran argumento de los jóvenes, con quienes sostengo frecuentes conversaciones es el siguiente:  “estamos con los negros,  porque somos progresistas,  estamos por la igualdad, la paz y contra la miseria social.  El Establishment  judío es reaccionario y no tenemos nada para decirle”.  Es necesario enseñar a los jóvenes la tradición no conformista del judaísmo y probar que les conviene adoptarla.  Es necesario explicarles: “Enfrenten al Establishment judío y creen la organización revolucionaria de los jóvenes judíos. Retornen, de esa manera, a las fuentes del judaísmo”.

Goldmann falleció en 1982,  sin llegar a conocer la penosa actuación del establishment judío argentino surgido en los años 90,  replicado hasta la actualidad.  

A continuación,  algunas de las páginas del libro, y su relación con una polémica reciente,  que cruza al diputado Waldo Wolff, la DAIA, Víctor Hugo Morales y el Llamamiento Argentino Judío:

La DAIA y el diputado Waldo Wolff son claros ejemplos de lo que Goldmann llamaba a repudiar.  Semanas atrás, la derecha judía pretendió equiparar una descalificación al político Wolff y sectores afines por parte del periodista Víctor Hugo Morales,  con un "ataque a todos los judíos".     De inmediato Radio Jai calificó de "antisemitas"  que se "auto-odian" a Jorge Elbaum y al Llamamiento Argentino Judío,  por expresar las posiciones que el creador del Congreso Judío Mundial Nahum Goldmann reclamaba:  

"Tras las expresiones judeofóbicas del periodista Víctor Hugo Morales y la pertinente denuncia presentada en el INADI por parte del diputado Waldo Wolff, siempre aparecen los oportunistas que demuestran su auto-odio.

Sin esperar la sentencia del organismo contra la discriminación, los habituales operadores “judíos” del kirchnerismo salieron a fustigar al diputado.     De este modo, el “Llamamiento Argentino Judío”, un sello de goma inventado por Jorge Elbaum y algunos miembros de ICUF (una entidad de origen judeo-Stalinista) durante el Kirchnerismo, en una clara muestra de aprovechamiento político y sin representación comunitaria real, emitió un comunicado solidarizándose con el periodista, y acusando a Wolff de victimizarse utilizando la judeofobia “de forma fraudulenta”.   (...)

"Hay quienes realizan odiosas comparaciones con judíos colaboracionistas de otras épocas. La diferencia es que los mencionados en su mayoría no tenían opción, la alternativa era ser asesinados. En éste caso, se trata o de deformaciones culturales, auto-odio o intereses de dinero y/o poder.

Bajo el liderazgo del ex funcionario kirchnerista, y ex director ejecutivo de la DAIA, Jorge Elbaum, la agrupación siempre se ha caracterizado por el ataque y la descalificación.

Los antisemitas de turno siempre han encontrado en esta quinta columna una manera de mostrar que son incluso apoyados por “judíos” en sus diatribas. Éstos “judíos vergonzantes” o ciudadanos de apellido judío logran en una sociedad desconocedora de la vida comunitaria y donde la impunidad reina,  cuestionar la legitimidad de las entidades comunitarias representativas.

En diálogo con Delia Sisro, quien escribió junto al diputado de Cambiemos el libro “Asesinaron al fiscal Nisman. Yo fui testigo”, la periodista y escritora expresó su repudio y consideró que el ataque a Waldo Wolff es un ataque a todos los judíos". 

Queda claro a qué se refería Goldmann.