BRINDANDO SOBRE LOS ESCOMBROS

LA CENSURA QUE DERRIBÓ UN CANAL

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El primer programa de la dirección de noticias del canal de cable ALEF NETWORK fue emitido en 1995,  días antes del primer aniversari...

lunes, 24 de junio de 2019

LA PATA MEDIÁTICA DEL ENCUBRIMIENTO



Encabezado de la nota publicada en "Nueva Sión", en la edición del 19 de agosto de 1994,  que se reproduce completa abajo.  El abogado penalista Elias Neuman era un reconocido jurista y escritor, con profundo compromiso social.   "Clarín" no publicó la columna de opinión que le solicitó, donde Neuman denunciaba la responsabilidad del gobierno de Menem frente al atentado.  No le dieron ninguna explicación.  Ya estaba en marcha el pacto encubridor, motorizado esa misma semana.  


El 21 de julio de 1994 (tres días después del atentado),  "Clarín" hizo un acuerdo espurio con el impresentable juez a cargo de la causa AMIA:  el diario hegemónico recibiría del juzgado de Juan José Galeano información exclusiva,  a cambio de sostener las versiones que el magistrado impulsara.  

El 1ro. de agosto de 1994, tras una serie de comunicaciones entre Casa Rosada, el Juzgado y la familia del principal sospechoso (allegada al presidente Menem),  Galeano dispuso encubrir la principal línea de investigación,  conocida como "pista siria".
Por eso, y por otros delitos de desvío intencional de la investigación, el juez fue destituido en juicio político,  y condenado a prisión el 28 de febrero de 2019 por el T.O.F.  Nro.2.   
  
¿Y "Clarín"...?  
(sigue)

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“El periodista Omar Lavieri, el día 21, hace un pacto con Galeano. Hubo testigos del pacto y aparte se puede demostrar solamente leyendo el Clarín.(...)El pacto se cumplió. (…)  El tipo me dijo claramente que él no publica nada que no constara en el expediente. Ahora, le dije a Lavieri, si en el expediente no hay nada, ¿vos vas a publicar nada? Eso no es periodístico. El 20, Clarín decía que, a juzgar por la forma en que se encontró el volquete, que estaba bajo los escombros, que estaba desflorado, desgastado en todas sus partes, eso era porque algo había explotado adentro. El 21 se olvidó de lo que había publicado el 20, se olvidó de lo del volquete y habló de la teoría de la Trafic. El 20 a la noche, en Clarín, fue la reunión con Galeano con un testigo que era amigo mío y que está dispuesto a declarar. Pero no hizo falta ya, porque Lavieri habló, en esos días, en el programa de Aliverti y le dijo que el pacto no lo hizo él, que lo hizo directamente Clarín”.
(del reportaje realizado al periodista Gabriel Levinas en la revista La Maga, publicado el 26 de agosto de 1998, cuando el aprovechador de los cuadros de León Ferrari no trabajaba aún para el multimedios).     
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Estas circunstancias fueron evocadas en marzo 2018 en pleno juicio oral por el encubrimiento del atentado a la AMIA,  en el alegato del Dr. José Ubeira,  abogado de los policías bonaerenses falsamente acusados.  Ubeira recordó el papel desbordante cumplido por los medios más poderosos en instalar en la sociedad la versión mentirosa de los hechos elaborada en el juzgado del ex juez Juan José Galeano.

El acuerdo clandestino entre "Clarín" y Galeano,  funcional al encubrimiento, ha sido una  de las razones -no la única- del repudiable rol del medio en la cobertura del caso AMIA,  corporizado desde hace años en la figura de su periodista estrella Daniel Santoro.    En tiempos más recientes,  la prédica encubridora de "Clarín" se basa, por un lado,  en la necesidad de disimular su propio accionar,  pero además en la de combatir mediante la causa AMIA a políticos "populistas" que cuestionaron privilegios de ese grupo de empresas mediáticas y de sus aliados, y que además pusieron en duda la historia oficial del atentado.   Dos  poderosas razones.     De modo que, "ni un paso atrás".    

Así como sin la participación de dirigentes de la colectividad judía -que acompañaron las maniobras de Galeano,  la SIDE y la Policía Federal-  no hubiera podido persistir el encubrimiento,  tampoco hubiera sido posible si la prensa hegemónica no hubiera llevado adelante ese tipo de acuerdos para sostener la historia oficial.    

La espuria coherencia de este manejo se advirtió con claridad en la decisión de Clarín de no cubrir el desarrollo del histórico juicio oral que se desarrolló por el encubrimiento del atentado,  y que tuvo como acusados al ex presidente Menem, a Galeano y dos fiscales, al jefe de la SIDE Anzorreguy, a dos jefes de la Policía Federal y al ex titular de la DAIA Beraja. 

Sucede que en ese juicio los ejes principales de la acusación, el debate y los alegatos fueron dos:  el encubrimiento de la mencionada “pista siria” (o pista Kanoore Edul)  y el pago orquestado entre el juzgado y la SIDE de un soborno de casi US 475.000 con fondos reservados al preso Telleldín para que mintiera y alejara así la investigación de aquella pista.      Clarín silenció esa trama siniestra y,  a través de Daniel Santoro,  no pierde oportunidad de consignar que la “pista siria” es un invento kirchnerista ideado “para exculpar a Irán”.     Es el mismo argumento que esgrime la DAIA,  que  con Beraja a la cabeza participó activamente de negociaciones previas al pago encubridor.

Denunciamos esa práctica del diario en abril de 2010,  en el sitio del periodista Gerardo Yomal, "Puede Colaborar".

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(nota completa: PUEDE COLABORAR )
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Fuera de la intencionada destrucción y consecuente carencia de pruebas judiciales sobre la autoría del atentado,  la pretendida antinomia Irán- Siria es falaz,  por cuanto Hezbollah ha tenido estrechos lazos con ambos patrocinadores,   pero sirve para disimular la importancia del encubrimiento perpetrado sobre la pista siria y local.

El silenciado fallo condenatorio del Tribunal Oral Federal 2,  en los fundamentos conocidos en mayo de 2019 señaló:


Así fue que a lo largo de estos 25 años,  también "Clarín" ocultó o despreció esa vertiente investigativa que unos pocos denunciamos en muchísimas oportunidades,  como en esta edición de 1999,  cuando aún no existía el "kirchnerismo":





Los encubridores encontraron luego -con el fallido memorándum con Irán y la muerte de Nisman-  la forma de tapar todo y pasar a la ofensiva como "acusadores".    Y allí encontraron en Santoro el aliado ideal: 


Nota de Elías Neuman censurada por Clarín en julio 1994:



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