BRINDANDO SOBRE LOS ESCOMBROS

LA CENSURA QUE DERRIBÓ UN CANAL

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miércoles, 3 de agosto de 2016

VAIVENES DE LOS DENUNCIANTES

Nisman sonriente en el juicio oral,  con los otros fiscales de la causa AMIA,  dos de ellos hoy acusados de consentir el encubrimiento.

La DAIA se presentó como pretendida querellante en la archivada denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman contra Cristina Fernández de Kirchner,  pidiendo su reactivación.   
Es la misma DAIA que en vida presionó al fiscal Nisman para que no investigara el encubrimiento de Galeano y Menem.  Así puede interpretarse del ya conocido cable de Wikileaks emanado de la embajada de Estados Unidos,  tras la visita del funcionario de DAIA Alfredo Neuburguer.   O de la querella que en ese entonces Nisman promovió por supuestas amenazas recibidas de un miembro de la DAIA,  tal como narré en mi libro "Brindando sobre los Escombros",  editado en 2012.

Por su parte y en la misma sintonía,  el ex abogado de AMIA Juan José Avila acaba de presentar un escrito ante el juez Bomadío, para patrocinar a querellantes en una denuncia por "traición a la patria" contra Timerman,  en línea con la denuncia de Nisman.    

El hecho determinante que parece aceptar el juez Bonadío (ex mano derecha del investigado Carlos Corach,  y removido de la causa encubrimiento AMIA por entorpecerla), sería el siguiente:
"la grabación de una conversación telefónica en la que Timerman le admitía al dirigente judío Guillermo Borger que había firmado el Memorandum de Entendimiento con Irán para intentar destrabar la investigación. "Hace 18 años que pusieron la bomba. Vos no me decís con quién negociar, me estás diciendo con quien no negociar, qué vivo que sos. ¿Con quién querés que negocie entonces?", decía Timerman en ese diálogo. Para el abogado Santiago Dupuy de Lome, esa frase era una admisión de que los iraníes habían puesto la bomba, y entonces pactar con ellos era traicionar a la patria"  (nota de CLARIN) .

A diferencia del activismo actual, cuando Nisman había insinuado ir por los encubridores del menemismo (dando lugar al juicio que actualmente se desarrolla en silencio en Comodoro Py), la DAIA y el letrado Avila de AMIA estuvieron en la vereda de enfrente, como puede leerse en el siguiente tramo de "Brindando sobre los Escombros":

"Y con el provisional agregado de nuevos voluntarios,  como el abogado Agustín Zbar,  ex procurador de la ciudad de Buenos Aires,  que pasó a militar en la DAIA con el apoyo de religiosos ortodoxos alineados con Beraja. (...) En la DAIA logró ser designado como “asesor” para el seguimiento de las investigaciones judiciales, y desde allí desplegó denodados esfuerzos en neutralizar la investigación del encubrimiento que quita el sueño a la dirigencia judía de la década menemista.  El fiscal Alberto Nisman,  a cargo de la acusación,  decidió querellarlo penalmente porque afirmó haber sido coaccionado por Zbar el 22 de mayo de 2009 para que no continuara investigando esa turbia historia.  Según afirma el fiscal, lo había amenazado telefónicamente, diciéndole que si no paraba de investigar al destituido juez Galeano y a los ex fiscales  “te tiro la comunidad encima”.  Ante la querella promovida,  se presentaron como defensores de Zbar los abogados Jorge Kirszembaun (el ya mencionado ex presidente de DAIA, asesor de Beraja, defensor penal además de Fernando de la Rúa) y Juan José Ávila.  Este último actuó en el juicio oral por el atentado,  defendiendo en nombre de la AMIA lo realizado por el ex juez Galeano y sus adláteres,  codo a codo con la abogada Nercellas.   Las pruebas de Nisman resultaron insuficientes,  pero el conflicto quedó en evidencia.
Zbar intentó en el 2009 convertirse en presidente de DAIA,  pero a último momento retiró su candidatura al no reunir los apoyos suficientes,  aunque acusando al fiscal Nisman de ser el causante de su defección.   
La mayoría de los abogados mencionados en este capítulo,  son renombrados y muy costosos profesionales del foro porteño. Pero con una experiencia marcada predominantemente por la defensa de personajes situados en las antípodas de la búsqueda de verdad y justicia contra el poder.   Los principales clientes de sus estudios son o han sido el poder.
Supieron poner,  a lo largo de todos estos años, todos sus engranajes en defensa de la historia oficial de la causa AMIA.  Demasiados esfuerzos.  Demasiados recursos.
¿Qué están protegiendo? (...)"

("Brindando sobre los Escombros",  págs. 47/9)



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