Daniel Joffe es el sobreviviente y testigo más cercano al foco de la explosión. Él, al igual que una decena de otros testigos, afirmó la no existencia de ninguna Trafic. Y él, al igual que otros, fue presionado para que declarara ver lo que no vió.
Joffe, que perdió el ojo derecho por el atentado y parte de su audición, contó que agentes de inteligencia le empezaron a mencionar una Trafic la misma noche del atentado, en el hospital de Clínicas:
A continuación, el segundo fragmento de la reveladora entrevista al sobreviviente Daniel Joffe, realizada por el fallecido escritor e investigador Carlos Di Nápoli:
En una crónica del juicio firmada en el 2001 por Daniel Gutman, en Clarín pero extrañamente sin la censura de Daniel Santoro, se reflejaron las presiones que recibió el atormentado Joffe -cuyo empleado murió en el atentado- para que dijera haber visto una Trafic:
“La declaración más tensa fue la de Daniel Joffe, un electricista que trabajaba en la AMIA. A él se le quedó el auto y, a pocos metros del edificio, levantó el capot y se puso a ver si podía arreglarlo. El contó que un camión dejó un volquete en la puerta de la mutual judía un instante antes, y que no vio ninguna Trafic cerca.
Joffe, que perdió el ojo derecho por el atentado, contó que agentes de inteligencia le empezaron a mencionar una Trafic la misma noche del atentado, en el hospital de Clínicas. Y aunque primero lo negó, terminó por reconocer que una persona que se presentó como agente de la SIDE lo amenazó: "Cuidá a tu familia. Es lo mismo morir bajo los escombros de la AMIA que de un balazo en la cabeza".
En los meses posteriores, Joffe anduvo por varios programas de televisión. "No hubo ninguna Trafic. Estoy convencido", dijo en uno de ellos, que se exhibió ayer en la sala. Ayer, sin embargo, eligió una postura mucho más prudente: "A mí no me consta que la bomba estuviera en el volquete porque no tengo pruebas".
El electricista dijo que, cuando se produjo el estallido, alcanzó a ver "una llamarada", que venía desde adentro del edificio. Más concreto en este sentido fue una persona que estaba en la otra cuadra de la AMIA, Gabriel Villalba, quien contó que estaba muy pendiente del tránsito porque tenía su auto estacionado en doble fila, y que no vio ninguna Trafic. Como Joffe, recordó haber visto una llamarada saliendo desde la AMIA”. (http://edant.clarin.com/diario/2001/10/31/p-02201.htm ) .
En los meses posteriores, Joffe anduvo por varios programas de televisión. "No hubo ninguna Trafic. Estoy convencido", dijo en uno de ellos, que se exhibió ayer en la sala. Ayer, sin embargo, eligió una postura mucho más prudente: "A mí no me consta que la bomba estuviera en el volquete porque no tengo pruebas".
El electricista dijo que, cuando se produjo el estallido, alcanzó a ver "una llamarada", que venía desde adentro del edificio. Más concreto en este sentido fue una persona que estaba en la otra cuadra de la AMIA, Gabriel Villalba, quien contó que estaba muy pendiente del tránsito porque tenía su auto estacionado en doble fila, y que no vio ninguna Trafic. Como Joffe, recordó haber visto una llamarada saliendo desde la AMIA”. (http://edant.clarin.com/diario/2001/10/31/p-02201.htm ) .
La foto de arriba muestra lo que quedó del Renault del electricista Daniel Joffe (el otro lado y la parte trasera quedaron mucho peor).
De mis propias notas sobre el juicio agrego algunas otras cosas más que dijo Joffe, quien además de un ojo perdió audición: " Respecto de los restos de su vehículo, refirió que telefónicamente se los quisieron comprar por $5.000, y que al negarse le ofrecieron el doble, valor que los mismos de ninguna manera tenían. Al querer saber quien era, le cortaron la comunicación”.
Recordó asimismo que esa mañana "se estaban ingresando a la AMIA bolsas de yeso, las que eran apiladas cerca de la entrada".
Quien también atestiguó sobre las bolsas de material que se estaban apilando en la entrada de la AMIA fue la ascensorista Luisa Miednik, que fue recatada de los escombros, y al día siguiente declaró lo que había observado:
Numerosos otros testigos fiables de la escena, sobrevivientes de la explosión que dijeron no haber visto ninguna Trafic, fueron hostigados por funcionarios oficiales y por la querella de DAIA para relativizar sus dichos. Aún recuerdo una audiencia del juicio oral de fines del 2001, donde la abogada de la DAIA y de Beraja Marta Nercellas interrogaba muy agresivamente a una sobreviviente de un negocio de enfrente de la AMIA, Adriana Mena, porque dijo que estaba mirando desde adentro hacia fuera del local, y no vio ni escuchó ninguna Trafic.
Meses atrás, terminó de caer la falsa y bochornosa historia del supuesto conductor suicida llamado Ibrahim Hussain Berro, aportada por la SIDE y colaterales
Pero, a falta de algo mejor, "Berro, el conductor suicida", sigue formando parte de la hipótesis oficial sobre el atentado. Solo falta la recreación artística del Berro diabólico, que en algún próximo aniversario nos prodigará con creatividad la dirigencia comunitaria.
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