BRINDANDO SOBRE LOS ESCOMBROS

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  Información contra el encubrimiento. A 30 años del atentado a la AMIA, la impunidad y el ocultamiento de lo sucedido tiene responsables. E...

viernes, 6 de enero de 2017

PLANTANDO BERRO CON UN CHOFER LISIADO





En el mes de julio de 2005 participé de un interesante debate sobre la causa AMIA con el fiscal Alberto Nisman y el escritor e investigador Carlos Di Nápoli -fallecido hace unos años- en el programa de Daniel Schnitman, "La Voz y la Opinión".  Nisman explicó cuánto le había costado recobrar la confianza de servicios de inteligencia extranjeros. Poco tiempo después, el fiscal anunció en conferencia de prensa y con gran conmoción general que había identificado al supuesto  "conductor suicida" que cometió el atentado:  Ibrahim Hussein Berro.      
Pronto se comprobó que  -una vez más-  el anuncio estaba precariamente apoyado en apenas un par de nombres y circunstancias,  presentados  y conectados de un modo asombrosamente antojadizo.  No obstante, la historia sigue formando parte de la hipótesis oficial. 


Tras leer los inconsistentes fundamentos testimoniales del descubrimiento  (que fueron luego desmentidos,  como se detalla más abajo),  publiqué entonces una nota en el periódico "Nueva Sión".  Aplicando los mismos criterios con los que Nisman identificó a Berro,  llegué a determinar que el autor del atentado a la Embajada fue un personaje llamado "Minguito". El tal "Minguito" (de quien publiqué la foto) contaba con la compañía permanente de un individuo conocido como “el sopre” ,  quien en realidad oficiaba como su guardaespaldas y solía pronunciar frases como “abarajame la cámara”  y otras expresiones fundamentalistas.  También señalé que diversos testimonios afirmaron sin dudar que este individuo se refería a “el ruso” en forma denigratoria y cargada de resentimiento, preanunciando su dramático propósito criminal.
Nisman se quejó al director de la publicación por el tenor de la nota.  

Pero era imposible dejar de evocar otras operaciones similares precedentes,  como cuando todos los medios anunciaron con grandes titulares que se había descubierto que el atentado lo hizo... Osama Bin Laden!:  

Lo cierto es que la secuencia de hechos mediante la cual supuestamente la fiscalía había identificado a Berro fue desmentida.   Entre otros detalles,  surgió que los hermanos de Berro no dijeron lo que el fiscal afirmó,  y que el supuesto conductor suicida era lisiado y ni siquiera sabía manejar.   

A continuación,  las crónicas del bochorno según la contundente descripción de los periodistas de "La Nación" Jorge Urien Berri y Alconada Mon.   Urien Berri recordó además en esta nota del año 2006 que  "El recorte de datos para promocionar avances fue una constante en la causa cuando estaba a cargo del juez Juan José Galeano y los fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia. Nisman se incorporó al equipo de Mullen y Barbaccia cuando estaba por empezar el juicio que tiró abajo la investigación de ambos fiscales y Galeano. La sentencia del Tribunal Oral N° 3 cuestionó varias veces a Nisman por efectuar "valoraciones parciales y arbitrarias de las pruebas" y habló de su "irregular proceder".
Urien Berri es autor,  entre muchas otras,  de recordadas investigaciones periodísticas sobre el caso de la muerte de Lourdes Di Natale, el contrabando de armas del menemismo,  y la voladura intencional de la fábrica militar de Río Tercero.  Hace ya nucho tiempo que a "La Nación" no le interesa contar con sus inquietantes y certeras investigaciones.


Sábado 13 de Mayo de 2006

AMIA: más dudas sobre el chofer suicida
Las declaraciones de dos libaneses contenidas en un documento interno del Gobierno contradicen lo informado por el fiscal
Un documento interno del Ministerio de Justicia al que accedió LA NACION revela que las declaraciones de dos libaneses tomadas el año último en Estados Unidos en la causa de la AMIA contradicen el posterior anuncio del fiscal federal Alberto Nisman, quien, basándose en ese encuentro, anunció que finalmente se había logrado identificar a Ibrahim Hussein Berro como el presunto conductor suicida que voló la mutual judía el 18 de julio de 1994.

En el documento de fines del año último se lee que el 15 de septiembre de ese año los hermanos Hassan y Abbas Berro declararon en Michigan, Estados Unidos, ante Nisman y Marcelo Martínez Burgos, titulares de la Unidad Fiscal AMIA, y la fiscal de Michigan, Barbara McQuade, y desvincularon por completo a su hermano Ibrahim Berro como chofer suicida de la camioneta Trafic.

Incluso, uno de ellos aseguró haber estado con Ibrahim una o dos semanas antes de su muerte, ocurrida el 9 de septiembre de 1994. Es decir, lo habría visto después del atentado contra la AMIA. Ibrahim Berro -explicaron sus hermanos- habría muerto durante un ataque israelí en el pueblo libanés de Talousah. Aparentemente, combatía para el grupo Hezbollah, acusado por la justicia argentina de ejecutar el atentado.

Los hermanos Hassan y Abbas Berro, que son ciudadanos norteamericanos, sostuvieron que Ibrahim era un discapacitado físico porque fue víctima de una explosión en el Líbano que lo dejó rengo y le afectó un pulmón.

Sin embargo, el 9 de noviembre del año pasado y con el impulso del Gobierno, que ese día había recibido a autoridades del influyente Comité Judío Americano, quienes entregaron una plaqueta de reconocimiento a la primera dama, Nisman convocó a una conferencia de prensa y anunció que habían identificado al conductor suicida como Ibrahim Berro, de 21 años, gracias a los testimonios y dos fotografías aportados en Michigan por sus hermanos.

Nisman agregó que se le habían exhibido las fotos a Nicolasa Romero, una mujer que dijo haber visto al conductor antes de la explosión, y que ella respondió que "tiene un gran parecido".

Pero lo que declaró la mujer ante el juez federal Rodolfo Canicoba Corral el 23 de septiembre del año pasado cuando le mostraron las fotos de Berro fue, según el acta, que no lo reconocía "como el chofer". Ante este fracaso, le mostraron el identikit que ella dictó el 21 de julio de 1994 y volvieron a exhibirle las fotos. "Veo un parecido en el rostro y la contextura de la cara -dijo entonces-, pero no estoy ciento por ciento segura."

A todo esto, el identikit es de frente y ella al chofer lo vio de perfil, y cuando declaró en el juicio oral manifestó que el identikit "se parece muy poco" al chofer. Por otra parte, el acta de hallazgo del motor con el número de la Trafic se probó falso.

"Ratifico lo que dije"

Casualmente, Nisman disertó el viernes 5 sobre la causa AMIA ante el Comité Judío Americano en Washington. Cuando Kirchner recibió el año pasado al presidente de la entidad, David Harris, y a otros directivos, les anticipó que esa tarde Nisman haría importantes anuncios.

Ayer, LA NACION consultó a Nisman sobre los dichos de los hermanos Berro que refutaban sus anuncios.

"No es así -respondió- y ratifico todo lo que dije en la conferencia de prensa. Tenemos avances y se robusteció esta línea. Somos optimistas.

-¿Qué avances se registraron?

-No se lo puedo decir porque conspiraría contra la investigación.

Al día siguiente de la conferencia de prensa, Abbas Berro negó el anuncio de los fiscales: "Estoy shockeado porque cambian la verdad. Ibrahim no cometió ese crimen. Murió en el Líbano luchando por la libertad".

Las declaraciones que cita el documento interno del Ministerio de Justicia parecen darle la razón.

Allí se lee que los hermanos Berro aseguraron que Ibrahim murió en combate en el Líbano el 9 de septiembre de 1994 y que así lo anunció Hezbollah, y que el cuerpo no apareció. En este punto se basó Nisman.

Hassan declaró que, mucho antes, Ibrahim quedó "malherido" al pasar junto a un auto que estalló. Caminaba mal y le costaba respirar pues "perdió la mitad de los pulmones".

Parece que Ibrahim Berro no figuraba en las listas del FBI porque Hassan dijo que en septiembre de 2005, once años después de su muerte, Estados Unidos le otorgó una visa para radicarse en ese país.

Por su parte, Assad Berro testimonió que Ibrahim "era discapacitado. Fue herido a los 15 o 16 años por un coche bomba en la guerra civil del Líbano. Tenía problemas en la espalda, pulmón y rodilla y caminaba como un cojo. Tenía muchas ganas de ir a Estados Unidos a trabajar. Por su baja educación no era capaz de planear ni realizar un ataque así".

Assad agregó el golpe de gracia: "Una semana o dos antes de morir" Ibrahim, en septiembre de 1994, "lo vio en su casa" del Líbano.

El comunicado difundido por los fiscales en su conferencia de prensa señala que "para la época del atentado" Hassan y Abbas Berro "ya no lo veían" a Ibrahim. No, Assad declaró que lo vio después del atentado.

Al promediar su interrogatorio, Hassan Berro perdió la paciencia y estalló: "No puedo soportar más de ustedes. No sé qué está pasando".

El recorte de datos para promocionar avances fue una constante en la causa cuando estaba a cargo del juez Juan José Galeano y los fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia.

Nisman se incorporó al equipo de Mullen y Barbaccia cuando estaba por empezar el juicio que tiró abajo la investigación de ambos fiscales y Galeano. La sentencia del Tribunal Oral N° 3 cuestionó varias veces a Nisman por efectuar "valoraciones parciales y arbitrarias de las pruebas" y habló de su "irregular proceder".

Su Unidad Fiscal tiene delegada la investigación del caso desde 2004. Cuenta con alrededor de 30 personas y los sueldos de siete secretarios que rondan los siete mil pesos los paga el Ministerio de Justicia, expresó una fuente de la Justicia.


Por Jorge Urien Berri 

De la Redacción de LA NACION
Notas relacionadas
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Viernes 11 de Noviembre de 2005

El atentado contra la sede de la AMIA
Negó la familia Berro que Ibrahim fuese el terrorista suicida
LA NACION dialogó con un hermano
WASHINGTON.- "Cuando vinieron a verme en septiembre, hablé con los investigadores argentinos y les expliqué y les respondí todo. Les aporté datos que demuestran que mi hermano no tuvo nada que ver con la AMIA y ellos me dijeron que Ibrahim era uno más entre muchos sospechosos, que ellos buscaban determinar quiénes sí estaban implicados y que darían por cerrada esta pista. Pero ahora me encuentro con esto", dijo ayer a LA NACION Abbas Berro, hermano de Ibrahim Hussein Berro, el hombre que según los fiscales de la causa AMIA fue el autor material del atentado.

"Eso es una gran mentira", afirmó Abbas Berro desde Dearborn, un barrio distante a unos 14 kilómetros del centro de Detroit, en el estado de Michigan.

A pesar de esto, en la Argentina, los fiscales Alberto Nisman y Marcelo Martínez Burgos ratificaron ayer su creencia de que Ibrahim Hussein Berro es el conductor suicida.

Abbas Berro dijo a LA NACION que aportó una imagen, donde se ve a su hermano a los 16 años, pero negó que la segunda imagen, donde se lo aprecia con barba haya sido aportada por él. Sin embargo, los fiscales exhibieron el reverso de ambas fotos, en la que aparecen las firmas de dos de los hermanos Berro. En el acta, según la fiscalía, reza: "Se le muestra una foto y dice que es de su hermano Ibrahim, cuando tenía 16 años. En la otra foto dice que tendría 20 años".

Berro está indignado, pero menos que otros miembros de su familia. Hassan se negó a hablar con LA NACION y dos de sus primos insultaron a este corresponsal y lo acusaron de tener "vínculos con el FBI y la CIA", antes de exigir entre improperios, a los investigadores y a quienes lo llaman desde la Argentina, que no los molestaran nunca más.

"Los investigadores me pidieron una foto de mi hermano; se la di; colaboré con ellos", se lamentó.

-¿Tiene una copia firmada de su declaración testimonial?

-No. Llamé esta mañana a los agentes del FBI, que conocí en los últimos meses por este asunto. Ellos tienen una copia de lo que declaré y prometieron enviarme un duplicado.

-¿Recuerda los nombres de los fiscales o funcionarios de inteligencia argentinos presentes en su declaración?

-Los tengo por allí guardados. Estoy dolido. Hoy [por ayer] cuando hablé con la gente del FBI les insistí que lo que está saliendo en la prensa argentina no es real. ¿Y sabe lo que me dijeron? Que sí, que es cierto, que es mentira, que lo que pasaron los fiscales a los medios argentinos es falso.

-¿Por qué usted insiste en que su hermano se inmoló en el sur del Líbano y no en Buenos Aires? En cierto modo, para usted o el Hezbollah quizá sea lo mismo?

-(Molesto.) ¡Porque es falso! Cuando declaré, describí cómo era mi hermano, sus habilidades, su escasa educación y ellos salieron convencidos de que Ibrahim no tenía nada que ver. ¡Si ni siquiera sabía conducir un auto!
-Pero usted o su hermano Hassan saben dónde pudo estar Ibrahim en abril de 1994. Si él desaparecía durante meses...

-No, pero basta con explicar algo: él murió en septiembre de ese año. Cinco meses después del atentado. Murió en el Líbano y eso lo saben todos.

-¿Alguna vez habló con su familia de la posibilidad del atentado contra la sede de la AMIA?

-Todos hablamos de esto. Pero estamos ciento por ciento seguros de que no murió en la AMIA. El no tuvo nada que ver con eso. Hay pruebas de que murió en el Líbano y quiero una clarificación de todo esto.

Por Hugo Alconada Mon
Corresponsal en Estados Unidos
Notas relacionadas
> 11.11.2005 | El fiscal Nisman ratificó que el libanés es el suicida



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ACTUALIZACIÓN:

Finalmente,  se marchitó el Berro. El FBI confirmó esta semana a la UFI AMIA que el perfil genético del tejido humano -el único distinto del de las 85 víctimas- aportado por la Policía Federal tras un extraño hallazgo en una heladera 22 años después del atentado, no se corresponde con el de los hermanos del pretendido "conductor suicida" Ibrahim Hussain Berro. Es decir, no se encontró ni una molécula de Berro. El fiscal Nisman y el ex jefe de la SIDE Miguel Angel Toma habían dado por esclarecido el atentado con esa verdura.


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