En mi nota www.pucheronews.com/que-encubre-el-encubrimiento, y en dos de mis libros, señalé hace tiempo las sigilosas tramas tejidas con Irán antes de los atentados en Argentina, que incluían a traficantes de armas, políticos y empresarios de los más variados orígenes, abarcando norteamericanos, israelíes y argentinos. Entre estos últimos se cuenta incluso un ex presidente de la DAIA.
Y recordé también la ligazón de la revista menemista
Jotapé con la embajada de Irán, y con su “agregado cultural” Mohsen
Rabbani, acusado luego de orquestar el
atentado a la AMIA. Jotapé era un emprendimiento que
financiaba desde la clandestinidad el fallecido líder montonero Rodolfo
Galimberti y supervisaba su cuñada, la
actual candidata preidencial Patricia Bullrich Luro Pueyrredón.
En Jotapé de Galimberti y Patricia Bullrich publicitaba la mezquita At-Tahuid que lideraba el mencionado Rabbani:
La vinculación del régimen de Teherán con el espacio galimbertista era ostensible. El representante de Irán Shamsuddin Elía participaba incluso de algunos de sus actos, coincidiendo en la inauguración de un local con Patricia Bullrich, según refirieron Roberto Caballero y Marcelo Larraquy en su libro “GALIMBERTI, de Perón a Susana. De Montoneros a la CÍA”:
En línea con las promesas de Carlos Menem para con sus aportantes a la campaña electoral, la revista Jotapé dedicaba importantes espacios a ensalazar a figuras como Khomeini y Khadafi, además de apoyar a militares golpistas “carapintadas” como Aldo Rico. Sin dejar de promocionar fuertemente la candidatura Menem a la presidencia argentina.
Entretanto, y aún en la clandestinidad, Galimberti se entrenaba militarmente en un campo de Patricia Bullrich “por lo que pudiera pasar”, según el citado libro de Larraquy y Caballero:
Lo cierto es que, a tono con sus auspiciantes, la línea editorial de la revista de Galimberti y Bullrich denigraba de todos los modos posibles a Raúl Alfonsín y al “progresismo”. Y, fundamentalmente, era virulentamente antisionista, soliendo además coquetear con iconografía abiertamente antisemita.
“…Patricia
Bullrich, otrora montonera y miembro de la revista antisionista y al mismo
tiempo judeófoba Jotapé, dirigida por Rodolfo Galimberti (que mucho me
elogiaba por una breve historia del Mossad que había escrito con Alberto
Ferrari y publicado en El Porteño con la aviesa intención de tirarle mierda a
los dos periodistas que más admiraba, Rogelio García Lupo y Horacio Verbitsky,
lo que me obligó a pedirle públicamente que dejara de hacerlo)…” (http://pajarorojo.com.ar/?p=33420
).
Por la persistencia de sus ataques, Jotapé entró en polémica con el periódico judío progresista “Nueva Sión” en el que yo escribía y con el diario "Pagina /12" Además, increíblemente y dando cuenta de la importancia que asignaban al enfrentamiento, Jotape publicó por separado una solicitada a página entera en términos amenazantes en el diario “Ambito Financiero”.
Revista Jotapé, edición de septiembre 1988
Esta virulenta campaña motivó inquitud en la DAIA y una carta de expresa desautorización por parte de Antonio Cafiero, alarmado por el tono y contenido de la publicación de Galimberti que avalaba su cuñada Patricia Bullrich.
Carlos Menem ganó en 1989 las elecciones
presidenciales, y mantuvo en los
comienzos de su mandato las expectativas favorables de sus aportantes
nacionales e internacionales. Entre
ellos Irán, que esperaba el apoyo de
Menem a sus proyectos nucleares, y a su
combate contra Israel y la “arrogancia occidental”, tal como militantemente prometía Jotapé. En
ese mismo año, Rabbani impulsó la
convocatoria a una marcha en el centro de Buenos Aires de los “Hermanos
Musulmanes Argentinos” contra el escritor de “Los Versos Satánicos” Salman
Rushdie. Un edicto religioso o fatwa leído por el ayatollah Khomeini por Radio Teherán había
instado a dar muerte a Rushdie por apóstata. También llamaba a ejecutar a los
editores que publicaran la obra, y llegó luego a ofrecer una recompensa de tres
millones de dólares a quien matara al escritor. En los meses siguientes se
produjeron numerosas manifestaciones contra el libro en diversas partes del
mundo, incluyendo quemas de librerías. Hitoshi Igarashi, traductor de la obra
al japonés fue asesinado en Tokio y el traductor italiano fue golpeado y
apuñalado en Milán.
El sector de Galimberti y Patricia Bullrich convocó al acto de Rabbani y "Hermanos Musulmanes Argentinos" contra Rushdie, incluyendo citas donde hablan de "raza de víboras" y dicen que quienes "mercan con historias frívolas", "sufrirán un severísimo castigo":
Once meses antes del atentado a la Embajada de Israel, el 11 de abril de 1991, Mohsen Rabani protagonizó un
acto en un salón frente al Congreso Nacional,
proclamando que “Israel debe
desaparecer de la faz de la Tierra”.
Además, y justificando un
magnicidio, reclamó que “el proyectil que mató a Sadat fue disparado
en representación de los musulmanes del mundo entero”, refiriéndose al presidente de Egipto que fue asesinado
por firmar la paz con Israel (ver Sobre el acto en El Molino ). Para
ese entonces la revista de
Galimberti y Bullrich había dejado de aparecer.
La candidata Patricia Bullrich ha salido ahora a denostar públicamente el ingreso de Argentina en el grupo de paises que integran el BRICS porque, según dijo, "de ninguna manera vamos a avalar que la Argentina se asocie con autoritarismos populistas: nosotros vamos a sacar al país de esta alianza con Irán, responsable de los 85 asesinados en el atentado contra la AMIA..." ( Tuit sobre BRICS ).
Fuera de las declamaciones electoralistas que buscan tapar la trascendencia del logro diplomático que constituye el ingreso argentino a un poderoso bloque económico, una real contribución a la investigación del atentado sería que la Sra. Bullrich alguna vez informe qué sabe sobre las relaciones previas de Rabbani y otros sospechosos de la embajada de Irán con la publicación y el espacio que la tenían como referente.
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