Se discute por estos días -en especial, tras la emisión del documental de Netflix "Nisman: el fiscal, la presidenta y el espía"- cómo fue que Gendarmería llegó a confeccionar una pericia sobre la muerte de Nisman a medida de los deseos de los querellantes y del gobierno de Cambiemos, particularmente de quien fuera jefa política de los gendarmes, la ex ministra de Seguridad Patricia Bullrich.
En este, como en tantos otros temas vinculados, el armado artificial de "pruebas" que apunten a una "verdad" preconstituida no comenzó con el caso Nisman. Su modelo es encuentra en la mismísima causa AMIA. Con similitudes que no son para nada asombrosas, porque se trata de una misma matriz.
Desde mi cargo de observador designado por un breve lapso por la mutual para el juicio oral, fui testigo a principios del año 2002 del armado de una pericia pedida y confeccionada "a medida" de los sostenedores de la Historia Oficial.