Al momento de la explosión de AMIA, me encontraba en la sede del periódico "Nueva Sión" del que era director, en el barrio de Almagro. Se sintió un gran estruendo y vibraron los vidrios. Recuerdo aún la bandada de pájaros asustados volando por la plaza. Tuve un mal presentimiento, confirmado minutos después por un llamado.
Un taxi, junto a un compañero, rumbo a la zona del desastre, hasta no poder avanzar más. Luego a pie, caminando dificultosamente, para ver un panorama indescriptible, inconcebible. Me recuerdo gritándole con furia a un policía que miraba imperturbable, y mi compañero que no entendía porqué. Yo tampoco sabía, todavía, exactamente porqué.
Vidrios, escombros, sangre, corridas, llantos, miedo, desconcierto, horror, bronca y sensación de indefensión. Los asesinos están entre nosotros.
Listas de heridos y fallecidos. Ir por los hospitales. Búsquedas desesperadas. Desorganización en las tareas de rescate y de preservación de pruebas. Seres queridos que no aparecen.
Amenazas de bomba, y noticias falsas: fue un pequeño "artefacto nuclear". O un "arsenal". O una "interna entre judíos".
Y Menem!. Y Menem...
Saqueos. Si, saqueadores que aprovechaban para robar pertenencias en la zona del desastre, supuestamente custodiada.
Solidaridad. Mucha. De médicxs, enfermerxs, voluntarixs y todo tipo de gente común conmovida por la masacre.
Algunos de los recuerdos que hoy, a 25 años, emergen a borbotones.
Pasada la primera jornada de esa semana terrible, ciertos documentos pasaron a tener relevancia histórica, o emocional.
Como el fax que ilustra esta nota, que conservé desde entonces.
Fue transmitido desde AMIA hacia el periódico la mañana del viernes 15 de julio de 1994 (viernes por la tarde AMIA cierra), anunciando una futura actividad cultural. A partir de ese lunes 18 de julio de 1994 me pregunto qué habrá sido de quien lo envió...
Como pudimos, sacamos una edición especial de Nueva Sión que salió a la calle el viernes 22 de julio, con un acto multitudinario en la sede del periódico. Incluía como editorial una dura carta abierta a Menem, que fue mencionada en "The New York Times".
En la edición de agosto, incluímos algunas de esas repercusiones en medios locales y extranjeros. En la misma página, más abajo, compañeros de la institución y la redacción incluyeron un aviso para mí: el 27 de julio de 1994 nació mi hijo Dan, en el sanatorio Anchorena, no demasiado lejos de la zona de la tragedia.
La vida y la muerte, con solo algunas líneas de distancia.
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