El fallecimiento del ex presidente Carlos Menem motivó un comunicado de la DAIA en el que recuerda que bajo su mandato se produjeron los atentados a la embajada de Israel y la AMIA-DAIA, consignando que “nunca pagó por su responsabilidad en el encubrimiento del atentado contra la AMIA-DAIA”. No podemos dejar de expresar nuestro asombro y perplejidad, siendo que la propia DAIA ha sido a través de los años el principal sostén de encubrimiento menemista, sin realizar autocrítica ni cambio sustancial de rumbo hasta la actualidad.
Resultaría agotador reseñar 26 años de maniobras de apoyo por parte de la dirigencia y la querella AMIA-DAIA a la insostenible historia oficial del atentado, y la defensa denodada que ejercieron para defender a funcionarios judiciales y policiales corruptos, responsables de la impunidad organizada por el gobierno de Menem. Desfilaron una y otra vez en apoyo del ex juez Juan José Galeano a cargo de la fraudulenta causa (hoy destituido y condenado penalmente, como delito de lesa humanidad, por encubrimiento); continúan defendiendo a los ex fiscales Eamon Müllen y José Barbaccia; negaron por años el comprobado pago de la coima de más de 400.000 dólares al entonces preso Carlos Telleldín con fondos de la SIDE, de lo que tenían conocimiento, con los que se le compró una declaración falsa que desvió la investigación por una década; premiaron al comisario Jorge “Fino” Palacios y a otros jefes policiales involucrados en el ocultamiento y en el espionaje sobre la comunidad judía; embistieron contra el titular de la Unidad AMIA Mario Cimadevilla porque se animó a impulsar investigaciones en una línea distinta de la historia oficial; taparon a los responsables de la impunidad –y su propio involucramiento– impulsando denuncias contra la ex Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, vaciando así de contenido real el término “encubrimiento” y poniendo en su lugar la discusión por el memorándum con Irán. En ese emprendimiento contaron con el impulso de los medios hegemónicos en articulación estrecha con el PRO y Cambiemos, y con sectores del Poder Judicial, constituyéndose en instrumento central del lawfare. Entretanto, silenciaron el juicio por el verdadero encubrimiento finalizado en 2019, que entre otras cosas dio por probado el desvío de la “pista siria”, que la DAIA siempre calificó como “fantasía”.
Buena parte de estos y muchos otros actos la DAIA los perpetró en pretendida “representación de la comunidad judía”, situación intolerable que motivó el propio nacimiento del Llamamiento, bajo la consigna “no nos representan”.
Este sorpresivo y aparente cambio de rumbo, por lo menos en lo discursivo, debería traducirse en un ejercicio real de debate y autocrítica, para que nunca más la dirigencia comunitaria vuelva a cumplir tan lamentable papel.
Luis Kon, Horacio Lutzky y Marcelo Seltzer
Comisión jurídica del Llamamiento Argentino Judío.
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