Hemos denunciado en distintas publicaciones, desde el mismo año 1994 en que se perpetró el atentado a la AMIA, la existencia de gravísimas maniobras de encubrimiento. Un cuarto de siglo después, el desvío intencional de la investigación, y la sistemática destrucción de pruebas han sido probados en juicio oral, con condenas a solo algunos de los complotados.
La escandalosa adulteración de los expedientes de la causa AMIA impide obtener certezas sobre el modo de comisión de la masacre y sobre sus autores materiales.
Ese calamitoso e intencional estado del expediente judicial es usado por algunos militantes y muy interesados operadores, cercanos a la embajada de Irán, para proclamar que ningún motivo existe para vincular a ese régimen islámico con los atentados en Buenos Aires.
Lo que en realidad sobran, son las estruendosas evidencias de un acuerdo espurio entre la SIDE y sectores del gobierno menemista para proteger a sus socios iraníes.
En el video de arriba y en el que sigue, tomados del juicio oral por el encubrimiento del atentado, el abogado de la agrupación de familiares y amigos de víctimas APEMIA se refiere a varios de esos increíbles episodios.
En los fragmentos que pueden verse más abajo, aborda la cuestión el abogado José Ubeira (querellante en nombre de policías bonaerenses falsamente inculpados del atentado).
Luego, un fragmento de una entrevista realizada años atrás al ministro de Relaciones Exteriores iraní a la época del atentado, el poderoso Ali Akbar Velayati, en un reconocimiento inédito que merece escucharse con atención, donde se advierte su ira con los argentinos por la ruptura de la promesa nuclear.
Por último, una excelente nota del periodista Ariel Zak, revelando encuentros secretos del ex titular de la SIDE y hoy condenado Hugo Anzorreguy con el imputado iraní Mohsen Rabbani, posteriores al atentado.