En la multitudinaria presentación de su libro "Sinceramente" en La Plata el 31 de agosto último, entre diversos análisis de la realidad del país, y con relación a la avalancha importadora y la desastrosa situación de la economía nacional, Cristina ejemplificó:
"Macri permitió la libre importación de lo que se te ocurra: con Macri terminamos consumiendo naranjas de Israel, manzanas de Chile, vinos de no sé dónde, y así podría seguir enumerando los reclamos de todos los sectores económicos, a los que nosotros no accedimos porque ya sabíamos como terminaba la historia" ( https://www.lanacion.com.ar ).
Claramente, el eje del comentario fue la devastadora política económica neoliberal del gobierno que destruyó la producción nacional, al extremo de sustituir no solo rubros industriales sino hasta también productos agropecuarios Solo tergiversando de mala fe el párrafo y el contexto puede presentarse el fragmento como una diatriba contra Israel o sus productos.
Sin embargo, ese comentario fue transformado por obra y gracia de una de las pretendidas "entidades centrales" de la comunidad judía y de los medios de siempre en una expresión "anti-israelí", e incluso "antisemita". Aunque usted no lo crea.